lunes, 26 de agosto de 2013

UN SUEÑO

(Fuensanta Hernandez)

Un sueño

En visiones de la oscura noche
He soñado que la dicha partía  ̶
Pero un despertar del sueño de vida y luz
Me ha dejado el corazón-roto.

¡Ah! ¿Qué no es un sueño en el día
Para aquel cuyos ojos están vertidos
Sobre las cosas que le rodean con un rayo
Que retorna sobre el pasado?

Aquel sagrado sueño  ̶  aquel sagrado sueño,
Mientras todo el mundo estaba amonestándome,
Me ha animado, como un hermoso haz de luz
A un aislado espíritu guía.

¿Qué importa que la luz, a través de la tormenta y la noche
Así haya temblado desde lejos  ̶
Qué podría allí ser más puramente brillante
Que el lucero-del-alba de la Verdad? 

A Dream

In visions of the dark night
I have dreamed of joy departed-
But a waking dream of life and light
Hath left me broken-hearted.

Ah! what is not a dream by day
To him whose eyes are cast
On things around him with a ray
Turned back upon the past?

That holy dream- that holy dream,
While all the world were chiding,
Hath cheered me as a lovely beam
A lonely spirit guiding.

What though that light, thro' storm and night,
So trembled from afar-
What could there be more purely bright
In Truth's day-star?

martes, 20 de agosto de 2013

SILENCIO -- SONETO

Silencio  ̶  Soneto     [1]

Hay algunas cualidades  ̶  algunas incorpóreas cosas,
Que una doble vida tienen, pues así se conforma
Una especie de aquella gemela entidad que brota
De materia y luz, revelada en sólido y sombra.

Hay un Silencio de dos-pliegues  ̶  mar y costa  ̶ 
Cuerpo y alma. Uno que habita en parajes desolados  ̶ 
Con hierbajos recién crecidos; algunos solemnes ornamentos,
Algunas humanas memorias y leyendas lacrimosas[2],
Tradúcenlo sin-terrores: su nombre es “No más.”

Él es el Silencio encarnado: ¡no le temáis!
Ningún poder de maldad tiene en sí mismo;
¡Pero podría urgir algún sino (tan prematuro)!

Al traerte para reunirte con su sombra (innominado elfo,
Que embrujó las solitarias regiones donde no ha hollado
Ningún pie humano), ¡encomiéndate a Dios!



[1] Apareció primero en abril, 1840, in Burton’s Gentleman’s magazin, del que Poe era co-editor  ̶   Ed.
[2] Traduzco lore en este caso por leyenda, porque  la leyenda es una historia de sabiduría hecha para ser narrada y conserva en su raíz el término λέγειν.

lunes, 19 de agosto de 2013

ESPÍRITUS DE LOS MUERTOS

Espíritus de los muertos[1]

Tu alma se encontrará sola
‘En medio de los oscuros pensamientos del gris túmulo  ̶
Ni uno, de toda la muchedumbre, fisgonea
Dentro de la hora tuya de ocultamiento.
Sé silencioso en esta soledad
Que no es el desamparo  ̶   pues entonces
Los espíritus de los muertos, que, antes que tú,
Erguidos estuvieron en vida, lo estarán otra vez
En torno a ti en la muerte  ̶  Y su voluntad
Te habrá de cubrir-con-su-sombra: Sé sosegado.
La noche  ̶   aunque clara  ̶  se encapotará
Y las estrellas no mirarán abajo
  Desde sus altos tronos en el firmamento,
Con luz como Esperanza para los mortales regalada  ̶
Empero sus rojos orbes, sin haz,
Para tu hastío habrán de parecer
Como una ustión y una fiebre
Que podrían aferrarse a ti por siempre.
Ora son pensamientos que no desterrarás  ̶
Ora visiones que nunca desaparecerán  ̶
De tu espíritu nunca partirán,
No más  ̶  Como gotas de rocío en la hierba.
La brisa  ̶  El aliento de Dios  ̶  Es sosegada  ̶
Y el vaho sobre la colina
Tenebroso  ­̶  tenebroso  ̶  aunque intacto,
Es un símbolo y una tarja.
Cómo se cierne sobre los árboles,
Un misterio de misterios.

[1] (Este poema es también llamado “Visita de la Muerte”  ̶  Ed.)







[1] (Este poema es también llamado “Visita de la Muerte”  ̶  Ed.)

martes, 13 de agosto de 2013

domingo, 11 de agosto de 2013

LA TUMBA DE EDGAR POE



La Tumba de Edgar Poe

1 Tal como en sí mismo al fin la eternidad lo cambia,
¡El Poeta suscita con una espada desnuda
Su siglo espantado por no haber sabido
Que la muerte triunfaba en esta voz extraña!

5 Ellos, como un vil sobresalto de hidra escuchando antaño al ángel
Darles un sentido más puro a las palabras de la tribu
Proclamaron a voz muy alta el sortilegio bebido
En la onda sin honor de alguna mezcla negra. 

Del suelo y de las nubes hostiles, ¡oh queja!
10 Si nuestra idea no esculpe más que un bajo relieve
Con el cual la tumba de Poe deslumbrante se adorna.

Tranquilo bloque aquí caído por un desastre oscuro,
Que este granito por lo menos siempre les muestre su límite
14 A los negros vuelos de la Blasfemia dispersa en el futuro.

Poema escrito por Stéphane Mallarmé



jueves, 8 de agosto de 2013

SILENCIO - UNA FÁBULA



Silencio  ­̶   Una fábula  [1]

Ευδουσιν δ’ όρκων κορυφαˆ τε καˆ φάραγγες
Πρώονες τε καˆ χαράδραι

Los Pueblos Antiguos duermen y conjuran por la Estigia y el ombligo[2]
y los barrancos y las grietas.
(Alcman [60(10)646])

“Escúchame”, dijo el Demonio, mientras posaba su mano sobre mi cabeza. “La región de la que hablo es una sombría región en Libia, al lado de los límites del río Zaire, y no hay sosiego allí, ni silencio.
“Las aguas del río tienen azafranado y enfermizo el matiz; y no fluyen hacia adelante-y-continuamente a la mar, sino que palpitan por-siempre y para-siempre por debajo del rojo ojo del sol con una tumultuosa y convulsiva moción. Por muchas millas sobre cada uno de los lados del limoso lecho del río, hay un pálido desierto de gigantescos nenúfares. Suspiran los unos a los otros en esta soledad, y estiran hacia los firmamentos sus largos y espectrales cuellos, y saludan oscilantes sus perennes cabezas. Y hay allí un difuso murmurio que surge de entre ellos como el precipitarse de aguas subterráneas. Y suspiran unos a otros.
“Pero hay allí un límite a su reino   ̶   el límite del oscuro, horrible, impenetrable bosque. Allí, como las olas en torno a las Hébridas[3], el hierbajo es agitado continuamente. Pero no hay viento a lo largo-y-ancho del firmamento. Y los altos árboles primitivos oscilan eternamente acá y acullá con un fragoroso y potente sonido. Y desde sus altas cúspides, gota a gota, dejan caer sus por siempre-perpetuos rocíos. Y desde las raíces extrañas flores venenosas yacen retorciéndose en un desasosegado dormitar. Y en lo alto, con un chirriante y estridente sonido, las grises nubes se precipitan al poniente para-siempre-y-por-siempre, hasta rodar-haciéndose, una catarata sobre la ardiente pared del horizonte. Pero allí no hay viento a lo largo-y-ancho del firmamento. Y por las orillas del río Zaire no hay sosiego ni silencio.
“Era de noche, y la lluvia caía; y, cayendo, era lluvia, pero, habiendo caído, era sangre. Y yo estaba de pie en los cenagales entre los altos nenúfares, mientras la lluvia caía sobre mi cabeza  ̶  y los nenúfares suspiraban los unos a los otros en la solemnidad de su desolación.
“Y, en su totalidad, en un instante, la luna surgió a través de la tenue y espectral neblina, y era carmesí de color. Y los ojos míos cayeron sobre una enorme roca gris que estaba erguida por[4] la orilla del río, y estaba iluminada por la luz de la luna. Y la roca era gris, y espectral, y alta,  ̶  y la roca era gris. Sobre su frente había caracteres grabados en la piedra[5]; y yo caminé a través de la ciénaga de nenúfares, hasta llegar cerca de la orilla y poder leer los caracteres sobre la piedra. Pero no pude descifrarlos. Y me volví hacia el interior de la ciénaga, cuando la luna brilló con un rojo más intenso, y me torné y miré una-vez-más sobre la roca, y sobre los caracteres, y en los caracteres había DESOLACIÓN.
“Y miré hacia arriba, y había erguido un hombre sobre la cumbre de la roca; y me encubrí yo mismo entre los nenúfares para develar las acciones de aquel hombre. Y el hombre era alto, y de majestuosa forma, envuelto desde sus hombros hasta sus pies en la toga de la antigua Roma. Y la silueta de su figura era indistinta  ̶  pero eran sus rasgos los de una deidad; pues el palio de la noche y la bruma, y la luna, y el rocío, habían dejado descubiertas las facciones de su rostro. Y su frente estaba ennoblecida con pensamientos, y sus ojos salvajes con preocupaciones; y, en las pocas arrugas sobre su mejilla, leí las fábulas de la tristeza, y la fatiga, y el disgusto con la raza-humana, y una nostalgia por la soledad.
“Y el hombre se sentó sobre la roca, y apoyó su cabeza sobre su mano, y miró hacia afuera a la desolación. Miró hacia abajo a los profundos arbustos agitados, y arriba al interior de los altos árboles primitivos y más alto aún al chirriante firmamento y dentro de la luna carmesí. Y permanecí cerca, dentro de mi refugio, entre los nenúfares,  y observé las acciones del hombre. Y el hombre tembló en la soledad;  ̶   pero la noche menguaba, y él se sentó sobre la roca.
Y el hombre apartó su atención del firmamento, y miró hacia afuera sobre el triste río Zaire, y sobre las amarillas aguas espectrales, y sobre las pálidas legiones de los nenúfares. Y el hombre escuchó los susurros de los nenúfares, y los murmurios que venían de entre[6] ellos. Y yo me mantuve encubierto y observando las acciones de aquel hombre. Y el hombre tembló en la soledad;  ̶   pero la noche menguaba y él se sentó sobre la roca.
Entonces bajé hacia los meandros de la ciénaga y vadeé alejándome entre la jungla de nenúfares y llamé los hipopótamos que moran entre los pantanos en la parte más oculta de la ciénaga. Y los hipopótamos oyeron mi llamado, y acudieron, con el Behemoth, hasta el pie de la roca, y bramaron fuerte y aterradoramente bajo la luna. Y me aposté cerca, dentro de mi refugio y observé las acciones del hombre. Y el hombre tembló en la soledad  ̶   pero la noche  menguaba y él se sentó sobre la roca.       
Entonces maldije los elementos con la maldición del tumulto; y una horrorosa tempestad se congregó en el firmamento, donde, antes, no había estado ningún viento. Y el firmamento devino lívido con la violencia de la tempestad   ̶   y la lluvia batió sobre la cabeza del hombre  ̶  y los torrentes del río se vinieron abajo  ̶   y el río fue atormentado hasta volverse espuma  ̶  y los nenúfares chillaron sobre sus lechos  ̶  y la floresta se desmoronó ante el viento  ̶   y el trueno rodó  ̶   y el relámpago cayó  ̶   y la roca se estremeció en su fundamento[7]. Y me mantuve encubierto y observé las acciones del hombre. Y el hombre tembló en la soledad;  ̶   pero la noche menguaba y él se sentó sobre la roca.
Entonces creció en mí la furia y maldije, con la maldición del silencio, al río, y a los nenúfares, y al viento, y al bosque, y al firmamento, y al trueno, y a los susurros de los nenúfares. Y todos ellos devinieron malditos, y fueron acallados. Y la luna cesó de tambalearse arriba en su camino hacia el firmamento  ̶   y el trueno murió lentamente  ̶   y el relámpago no destelló  ̶   y las nubes se suspendieron inmóviles  ̶   y las aguas descendieron hasta su nivel y así-permanecieron  ̶   y los árboles cesaron de sacudirse  ̶   y los nenúfares no susurraron más  ̶   y el murmurio no fue escuchado más tiempo entre ellos, ni sombra alguna de sonido a-través-de-todo el vasto desierto ilimitado. Y miré sobre los caracteres de la roca, y habían cambiado; y en los caracteres había SILENCIO.
“Y los ojos míos cayeron sobre el semblante del hombre. Y su semblante estaba pálido de terror. Y, apresuradamente, levantó la cabeza de su mano, y se puso de pie sobre la roca y escuchó. Pero no había voz, ninguna, en todo el vasto desierto ilimitado, y en los caracteres sobre la roca había SILENCIO. Y el hombre se estremeció, y tornó su cara a la distancia, y huyó muy lejos, de prisa, ya que no lo contemplé más.”
Bien, hay relatos sutiles en los volúmenes de los Magos  ̶   en los libros-encuadernados-en-hierro, los melancólicos volúmenes de los Magos. Allí dentro, digo, hay gloriosas historias del  Firmamento, y de la tierra, y del poderoso mar  ̶   y de los Genios que dominan sobre la mar, y la tierra, y el elevado firmamento. Había muchas leyendas también en los rumores que eran dichos por las Sibilas; y santas, santas cosas fueron escuchadas antaño de las sombrías hojas que temblaban alrededor de Dodona  ̶   pero, así como Alá vive, aquella fábula que el Demonio me contó, cuando se sentó a mi lado en la sombra de la tumba, ¡sostengo que es la más maravillosa de todas! Y mientras el demonio hacía el final de su historia, se dejó caer dentro de la cavidad de la tumba y rió. Y yo no pude reír con el Demonio y me maldijo, porque no podía reír. Y el lince que mora por siempre en la tumba, vino afuera desde allí, y se tumbó bajo los pies del Demonio, y lo miró fijamente a la faz.




[1] [Primera vez publicada en el Baltimore Book, 1839. Este cuento también fue llamado: Siopé, Σιωπή la palabra griega para Silencio]
[2] Delfos, llamado por los griegos: “el ombligo del mundo”. Este verso tiene una carga religiosa escatológica profundamente griega.
[3] Las Hébridas Exteriores o Hébridas Occidentales (en inglés, Outer Hebrides; en gaélico, Eilean Siar) son un grupo de islas pertenecientes a Escocia (Reino Unido). Forman parte del gran grupo de las Hébridas y están separadas de las tierras altas escocesas (Highlands) por el estrecho de Minch y el Pequeño Estrecho de Minch. Las principales islas forman un archipiélago, que con sus islas más pequeñas circundantes se conocen líricamente como isla Larga. Las islas mayores son Lewis y HarrisNorth UistSouth UistBenbecula y Barra. Es también uno de los concejos de Escocia.
[4] Mantengo por donde debería ser en por la simetría de los dos versos en inglés. 
[5] Piedra: Stone. Roca: Rock. Mantendremos la diferencia siempre que Poe la mantenga.
[6] Traduzco la expresión anglosajona literalmente, por la importancia del “entre” en los cuentos de Poe.
[7] Bello juego de palabras intraducible: “the rock rocked”

miércoles, 7 de agosto de 2013

Edgar Allan Poe : por Jorge Luis Borges



Edgar Allan Poe


Pompas del mármol, negra anatomía
que ultrajan los gusanos sepulcrales,
del triunfo de la muerte los glaciales
símbolos congregó. No los temía.
Temía la otra sombra, la amorosa,
las comunes venturas de la gente;
no lo cegó el metal resplandeciente
ni el mármol sepulcral sino la rosa.
Como del otro lado del espejo
se entregó solitario a su complejo
destino de inventor de pesadillas.
Quizá, del otro lado de la muerte,
siga erigiendo solitario y fuerte
espléndidas y atroces maravillas.


De Jorge Luis Borges


UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO



UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO

¡Toma este beso sobre tu frente!
Y, al separarme de ti ahora,
Así tanto déjame confesar  ̶
No está equivocado, quien considere
Que han sido un sueño mis días;
No obstante si la esperanza ha volado lejos
En una noche, o en un día,
En una visión, o en ninguna,
¡Es por esto la menor partida!
Todo lo que vemos o nos parece
No es más que un sueño dentro de un sueño.

Estoy de pie en medio del rugido
De una rompiente-atormentada costa,
Y sujeto en mi mano
Granos de dorada arena  ̶
¡Cuán pocos! Y sin embargo cómo se deslizan
A través de mis dedos hacia lo profundo,
Mientras plaño  ̶  mientras plaño
¡Oh Dios! ¿No puedo asirlos
Pues con un apretón más ceñido?
¡Oh Dios! ¿No puedo salvar
Uno de la despiadada ola?
¿Todo lo que vemos o nos parece

No es más que un sueño dentro de un sueño?